Cuando viajamos en calidad de conductores siempre se nos pide que lo hagamos con precaución, para evitar posibles accidentes. Sin embargo, realizar un mantenimiento de las carreteras y conservarlas adecuadamente es uno de los puntos más importantes a la hora de garantizar la seguridad en la circulación de los coches. De nada sirve respetar los límites de velocidad si nos encontramos una carretera dañada, inundada o con muescas. Por ese motivo, vamos a adentrarnos en algunos de los puntos clave para asegurar una correcta conservación de las carreteras. En Formación Prevención, contamos con un curso PRL que acredita oficialmente al participante que lo supere con la Tarjeta Profesional de la Construcción. ¡Infórmate! Gestión de las carreterasEl sentido común (y los datos) nos dice que el número de coches ha crecido de manera exponencial en los últimos 20 años. Además el progreso nos ha traído nuevas conexiones entre regiones haciendo que llegar de un punto a otro por la carretera sea cada vez más fácil y rápido. Además, tres de los requisitos actuales a tener en cuenta para la construcción de carreteras es que sean duraderas, seguras y lo más responsables a nivel medioambiental posible. Conservación de carreterasAdentrémonos en el concepto que cualquier trabajador de carreteras debería conocer: la conservación y saneamiento de las vías.Aunque la construcción de nuevas carreteras es importante, la conservación de las ya existentes es esencial. Las vías a efectos generales están totalmente expuestas al paso de los años, las inclemencias del tiempo y el peso de los vehículos que circulan por ellas. Como es natural, dependiendo de la localización de la carretera esta sufre más o menos; si se trata de una zona de transporte de mercancías es probable que esté más dañada (puesto que los camiones tienen un mayor peso), mientras que si se trata de una en el centro de una ciudad con tráfico restringido a residentes o a vehículos de bajas emisiones estará en mejor estado.Hay tres claves principales que harán que un proyecto de saneamiento de una carretera tenga éxito:Tener en cuenta los recursos necesarios para que se lleve a cabo y no solo teniendo en mente el presupuesto inicial de las tareas conservación, sino también el tiempo que deberá invertirse para llevar un control exhaustivo del trabajo realizado. Llevar a cabo un correcto plan de trabajo que garantice un mantenimiento, conservación periódica y una rehabilitación adecuada para la red de carreteras que estemos tratando. Sin cada uno de estos pasos, el trabajo que se lleve a cabo no será eficaz. Cumplir con los requisitos legales a nivel nacional, teniendo en cuenta que en España actualmente existe una estructura muy sólida que debe aprobar cada una de las fases antes de empezar a realizar las tareas de conservación. Aplicaciones más comunes para la conservación de carreterasAunque las necesidades de algunas carreteras sean similares, los daños siempre tienen sus peculiaridades. Por ese motivo, hay varios métodos de rehabilitación que pueden aplicarse. Echemos un vistazo a los cuatro más comunes para poder entender las diferencias entre ellos así como también las ventajas y desventajas de su aplicación. Recambio de firmesEl recambio de firmes consiste en sustituir el pavimento actual de la vía. El riesgo que corremos con esta técnica es retirar una capa de la carretera que no esté dañada. Por ese motivo, se recurre a las fresadoras en frío, unas herramientas con gran potencia que permiten sanear cualquier tipo de material que encontremos en carretera (incluido el hormigón). Estas máquinas permiten rasgar la vía a la profundidad que considere el profesional y trasladar el material de fresado directamente a un camión. La clave en este caso es elegir el tamaño de fresadora adecuada para cada segmento de carretera, siendo las más pequeñas las ideales para trabajar en zonas de alcantarillado con el objetivo de no dañar los desagües. Fresado finoEl fresado fino es una técnica muy similar a la anterior, aunque más laboriosa puesto que las fresas están más unidas y permiten un tratamiento más específico de la carretera. Se trata de una alternativa a la restauración total de la carretera, aunque resulta más costosa. La aplicación más común de este método tiene lugar cuando la vía está dañada por surcos o porque el paso de tiempo haya generado una superficie que pueda hacer patinar a los vehículos. Reciclaje en calienteEste método tan solo puede aplicarse cuando el asfalto esté dañado por su capa más superficial. El reciclaje en caliente permite mejorar la superficie solventando algunos problemas comunes como la falta de adherencia, el riesgo de inundación de la vía o la aparición de surcos que se hayan podido generar con el paso del tiempo. El gran beneficio de esta técnica es el ahorro en viajes de camión (los que se deberían hacer en caso de fresado), así como también el ahorro del material de mezcla nuevo a aplicar.Reciclaje en frío in situ o en plantaEl reciclaje en frío in situ es una de las opciones más rentables. En estos casos, el material que se fresa no abandona en ningún momento el área, sino que se recoloca directamente en el momento. Esto lo convierte en una de las opciones más sostenibles gracias al ahorro de viajes de camión. La opción de reciclaje en frío en planta suele llevarse a cabo cuando el material residual necesita ser tratado, pero las distancias son excesivamente largas. En este caso debe construirse una planta móvil temporal a una distancia prudencial en la que puedan mezclarse los fresados para realizar las tareas de conservación. Esta opción, aunque es menos económica que la de in situ, también es una alternativa que permite ahorrar en costes.En definitiva, la clave de una correcta conservación de carretera consiste en hacerlo del modo más rentable y ecológico dentro de las posibilidades que existan siendo el objetivo reducir al máximo el riesgo en la conducción. Esperamos haber arrojado un poco de luz sobre el tema. Echa un vistazo a otros posts como este que puedan despertar tu interés en nuestro sector en nuestro blog. ¡Nos leemos muy pronto!