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Riesgos químicos en el trabajo

27.08.2024

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué son los riesgos químicos en el trabajo?
  2. Tipos de riesgos químicos en el lugar de trabajo
  3. Ejemplos de riesgos químicos laborales
  4. Control y prevención de la exposición a productos químicos
  5. Normativas y leyes sobre riesgos químicos laborales
  6. Buenas prácticas para la manipulación de productos químicos

En este artículo te contamos los riesgos químicos que pueden surgir en el ámbito laboral, así como los tipos de riesgos, ejemplos y cómo controlar y prevenir la exposición a estas sustancias. Al final podrás encontrar una guía de buenas prácticas y la normativa vigente.

¿Lo tienes todo listo? ¡Vamos allá! 

¿Qué son los riesgos químicos en el trabajo?

documento de control de riesgos quimicos en el trabajo

Los riesgos químicos en el trabajo se refieren a la posibilidad de que una sustancia química utilizada o presente en el entorno laboral cause daño a la salud de los trabajadores o al medio ambiente. Estas sustancias pueden estar en forma de sólidos, líquidos, gases, vapores o partículas y pueden provocar efectos adversos a corto o largo plazo, dependiendo de su naturaleza y la exposición a las mismas. Los riesgos químicos pueden ser evidentes, como el contacto con un ácido corrosivo, o más sutiles, como la inhalación prolongada de vapores tóxicos.

¿Por qué son peligrosos los riesgos químicos?

Los riesgos químicos son peligrosos porque pueden afectar gravemente la salud de los trabajadores. Dependiendo de la sustancia y la forma de exposición, los efectos pueden variar desde irritación leve o sensibilización hasta enfermedades graves como cáncer, trastornos neurológicos o enfermedades respiratorias. 

Además, los riesgos químicos no siempre son inmediatamente perceptibles, lo que puede resultar en exposiciones prolongadas antes de que se identifiquen los síntomas. La toxicidad, la concentración y la duración de la exposición son factores clave que determinan el nivel de peligro de un riesgo químico. También es importante considerar que algunos productos químicos pueden reaccionar entre sí, creando nuevos riesgos que no estaban presentes inicialmente.

Tipos de riesgos químicos en el lugar de trabajo

control tóxico de sustancias en el trabajo

Gases

Los gases son sustancias químicas en estado gaseoso a temperatura ambiente que pueden ser peligrosas si se inhalan o si desplazan, creando en muchas ocasiones un riesgo de asfixia. 

Algunos ejemplos de gases peligrosos incluyen el monóxido de carbono, que es tóxico en altas concentraciones, y el amoníaco, que es irritante para los ojos y el sistema respiratorio. Los gases también pueden ser inflamables o explosivos, lo que añade un riesgo adicional de incendio o explosión en el lugar de trabajo.

Vapores y líquidos

Los vapores son las formas gaseosas de sustancias que son líquidas a temperatura ambiente. Pueden ser peligrosos si se inhalan o si entran en contacto con la piel. Los líquidos, por su parte, pueden ser corrosivos, inflamables o tóxicos. Un ejemplo común es el benceno, un líquido volátil y cancerígeno que puede generar vapores peligrosos. Los riesgos asociados con los vapores y líquidos incluyen la inhalación de vapores tóxicos, la absorción a través de la piel y el riesgo de incendios y explosiones.

Polvos y partículas

Los polvos y partículas son pequeños fragmentos sólidos que pueden estar suspendidos en el aire y ser inhalados, lo que puede causar problemas respiratorios y otras enfermedades. Ejemplos incluyen el asbesto, que es altamente cancerígeno, y el polvo de sílice, que puede causar silicosis, una enfermedad pulmonar grave. Además, algunos polvos pueden ser inflamables y pueden provocar explosiones si se encuentran en concentraciones elevadas en un espacio cerrado.

Sólidos

Los sólidos son sustancias químicas en estado sólido que pueden representar un riesgo si se manipulan incorrectamente. Estos riesgos incluyen la posibilidad de lesiones físicas, como cortes o abrasiones, o la liberación de polvo cuando se rompen o se descomponen. Algunos sólidos, como ciertos metales pesados (por ejemplo, plomo o mercurio), son tóxicos y pueden causar envenenamiento si se ingieren o se absorben a través de la piel. Otros sólidos, como las baterías de litio, pueden ser peligrosos debido a su reactividad o su potencial para causar incendios o explosiones.

Ejemplos de riesgos químicos laborales

En los entornos laborales, los trabajadores pueden estar expuestos a una amplia variedad de productos químicos, cada uno con sus propios riesgos. A continuación, te presentamos algunos ejemplos comunes de riesgos químicos:

  • Amianto: El amianto es un mineral fibroso que, cuando se inhala, puede causar enfermedades pulmonares graves como asbestosis, mesotelioma y cáncer de pulmón. Se encuentra comúnmente en materiales de construcción antiguos.
  • Benceno: Utilizado en la industria química, el benceno es un líquido volátil que es altamente tóxico y cancerígeno. La exposición al benceno puede ocurrir por inhalación de sus vapores, y está asociado con trastornos sanguíneos como la leucemia.
  • Plomo: Utilizado en baterías, pinturas y otras aplicaciones industriales, el plomo es un metal pesado que puede ser absorbido por el cuerpo a través de la piel o por inhalación. La exposición al plomo puede causar daño neurológico, renal y reproductivo.
  • Cloro: El cloro es un gas utilizado ampliamente en la industria para la desinfección y la producción de plásticos. Es altamente corrosivo y puede causar daños graves a los ojos, la piel y los pulmones si se inhala o entra en contacto directo.
  • Mercurio: Utilizado en la producción de equipos eléctricos y en la minería, el mercurio es un metal líquido extremadamente tóxico. La exposición al mercurio puede afectar el sistema nervioso central y provocar intoxicación crónica.

Control y prevención de la exposición a productos químicos

La gestión eficaz de los riesgos químicos en el lugar de trabajo es fundamental para proteger la salud y la seguridad de los trabajadores. Esto se logra mediante la identificación, evaluación y control de los riesgos asociados con los productos químicos peligrosos.

Identificación de sustancias químicas peligrosas en el lugar de trabajo

El primer paso para controlar los riesgos químicos es identificar todas las sustancias químicas peligrosas presentes en el lugar de trabajo. Esto incluye revisar las etiquetas de los productos, las hojas de datos de seguridad (MSDS) y cualquier otra documentación proporcionada por los fabricantes. Es esencial que los empleadores mantengan un inventario actualizado de todas las sustancias químicas y que se clasifiquen según su nivel de peligrosidad.

Evaluación de los riesgos asociados a las sustancias químicas

Una vez identificadas las sustancias químicas peligrosas, es necesario realizar una evaluación de los riesgos asociados. Esta evaluación debe considerar factores como la toxicidad de la sustancia, la cantidad utilizada, la duración y frecuencia de la exposición, y las vías de entrada al cuerpo (inhalación, absorción cutánea, ingestión). Además, se deben tener en cuenta las condiciones específicas del entorno laboral, como la ventilación y las prácticas de trabajo, para determinar el nivel de riesgo.

Medidas de control y prevención de riesgos químicos

Para mitigar los riesgos identificados, es necesario implementar medidas de control que minimicen la exposición de los trabajadores a las sustancias químicas peligrosas. Estas medidas pueden incluir:

  • Sustitución: Reemplazar sustancias químicas peligrosas por otras menos tóxicas o peligrosas.
  • Controles de ingeniería: Instalar sistemas de ventilación, campanas de extracción y otros dispositivos para controlar la liberación de sustancias químicas al ambiente de trabajo.
  • Controles administrativos: Establecer procedimientos y políticas que limiten la exposición, como la rotación de trabajadores y la reducción del tiempo de exposición.
  • Equipos de protección personal (EPP): Proporcionar a los trabajadores el equipo adecuado, como guantes, gafas, máscaras respiratorias, y ropa protectora, para protegerse de la exposición.

Aplicación de buenas prácticas de seguridad

Además de las medidas de control, la aplicación de buenas prácticas de seguridad es esencial para reducir los riesgos químicos. Estas prácticas incluyen:

  • Capacitación: Asegurar que todos los trabajadores reciban formación sobre los riesgos químicos presentes en su lugar de trabajo y cómo protegerse adecuadamente.
  • Mantenimiento de registros: Llevar un registro detallado de todas las evaluaciones de riesgos, incidentes, y medidas de control implementadas.
  • Almacenamiento adecuado: Almacenar las sustancias químicas en áreas designadas y con las condiciones adecuadas para evitar derrames, fugas o reacciones peligrosas.
  • Higiene personal: Promover hábitos de higiene adecuados, como lavarse las manos después de manipular productos químicos y evitar comer, beber o fumar en áreas donde se manejan sustancias peligrosas.

La implementación efectiva de estas estrategias contribuye significativamente a la creación de un entorno laboral seguro y saludable, minimizando el riesgo de enfermedades y accidentes relacionados con la exposición a productos químicos.

Normativas y leyes sobre riesgos químicos laborales

Las normativas y leyes sobre riesgos químicos laborales están diseñadas para proteger la salud y seguridad de los trabajadores mediante la regulación del manejo, almacenamiento y uso de sustancias químicas peligrosas en el lugar de trabajo. Estas regulaciones varían según el país, pero a menudo se basan en principios internacionales y estándares desarrollados por organizaciones como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

  • Reglamentos nacionales: Muchos países tienen leyes específicas que obligan a los empleadores a identificar, evaluar y controlar los riesgos asociados con sustancias químicas. 
  • Normas ISO: La norma ISO 45001 es un estándar internacional para sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo que incluye la gestión de riesgos químicos. 

El cumplimiento de estas normativas es crucial no solo para la protección de los trabajadores, sino también para evitar sanciones legales y mejorar la sostenibilidad y reputación de las empresas.

Buenas prácticas para la manipulación de productos químicos

El manejo seguro de productos químicos en el lugar de trabajo requiere la implementación de buenas prácticas que minimicen los riesgos para los trabajadores y el medio ambiente. A continuación, se describen algunas de las principales prácticas que deben seguirse:

  1. Capacitación continua: Todos los trabajadores que manipulen productos químicos deben recibir formación adecuada y continua sobre los riesgos asociados y las medidas de protección necesarias. La capacitación debe incluir el uso correcto de equipos de protección personal (EPP), la lectura e interpretación de las hojas de datos de seguridad (SDS), y las respuestas a emergencias como derrames o exposiciones.
  2. Etiquetado claro y preciso: Todos los contenedores de productos químicos deben estar claramente etiquetados con información sobre su contenido, peligros asociados, y las precauciones necesarias para su manejo. Las etiquetas deben cumplir con las normativas locales e internacionales, como el Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de Productos Químicos (GHS).
  3. Almacenamiento seguro: Los productos químicos deben almacenarse en áreas designadas y seguras, lejos de fuentes de ignición, y segregados según su compatibilidad para evitar reacciones peligrosas. Las instalaciones de almacenamiento deben estar bien ventiladas.
  4. Uso de equipos de protección personal (EPP): Los trabajadores deben utilizar el equipo de protección adecuado, como guantes, gafas, máscaras respiratorias y ropa protectora. 
  5. Manejo de derrames y residuos: Es esencial contar con procedimientos claros para la limpieza y eliminación de derrames de productos químicos. Los residuos químicos deben ser gestionados de acuerdo con las normativas ambientales locales, y nunca deben ser desechados de manera inapropiada, como en el drenaje o en contenedores de basura comunes.
  6. Higiene personal y de la zona de trabajo: Los trabajadores deben lavarse las manos y cualquier parte del cuerpo que haya estado en contacto con productos químicos antes de comer, beber o fumar. Además, las áreas de trabajo donde se manejan productos químicos deben mantenerse limpias y ordenadas, con derrames limpiados inmediatamente y desechos eliminados correctamente.
  7. Planificación de emergencias: Las empresas deben contar con un plan de respuesta a emergencias que incluya procedimientos para la evacuación, la atención médica, y la contención de derrames o liberaciones accidentales de productos químicos.

Desde Formación Prevención esperamos que este post te haya servido para saber más sobre los riesgos químicos y cómo pueden afectar a tu zona de trabajo.

¡Hasta el próximo artículo!