22.01.2025
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En España, la seguridad en el entorno laboral es un aspecto regulado en detalle, pero cuando hablamos de condiciones térmicas extremas, la normativa establece orientaciones más que límites concretos. Con el cambio climático y la intensificación de olas de calor, el tema de la temperatura máxima permitida en el trabajo se vuelve cada vez más relevante, especialmente en sectores como la construcción, la agricultura y otros donde los empleados se exponen al calor intenso.
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En este artículo analizamos la legislación, los factores de riesgo y las medidas preventivas para asegurar la seguridad laboral en ambientes calurosos.
La legislación española no establece un límite estricto para la temperatura máxima en el lugar de trabajo, pero sí hay recomendaciones y regulaciones que buscan mantener condiciones seguras.
El Real Decreto 486/1997, que regula las condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, especifica que las temperaturas deben estar dentro de ciertos rangos según la actividad laboral:
Aunque estos rangos no especifican una temperatura máxima como tal, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) obliga a las empresas a evaluar los riesgos laborales, incluyendo los derivados de temperaturas extremas. En entornos exteriores, esta evaluación se vuelve más crucial, especialmente durante los meses de verano.
En espacios cerrados, la ventilación adecuada, el uso de sistemas de aire acondicionado y la monitorización constante son esenciales para evitar situaciones de estrés térmico. Los sectores industriales, como fábricas o cocinas, donde las fuentes de calor interno son comunes, requieren medidas adicionales, como la instalación de extractores o barreras térmicas.
En trabajos al aire libre, como la construcción o la agricultura, el calor se intensifica por la exposición directa al sol. Según la Guía técnica del INSHT, cuando las temperaturas superan los 35 °C, el riesgo de golpe de calor aumenta considerablemente, especialmente si se combina con una elevada humedad o esfuerzos físicos intensos. Por ello, es imprescindible tomar medidas como organizar pausas regulares, proporcionar acceso a sombra y garantizar la hidratación constante.
Determinar los límites de temperatura no depende solo del termómetro. Existen múltiples factores que pueden agravar los efectos del calor en el entorno laboral:
Un método ampliamente utilizado para evaluar estas condiciones es el índice de temperatura de bulbo húmedo (WBGT), que considera la interacción entre temperatura, humedad, radiación y flujo de aire.
Para mitigar los riesgos asociados al calor extremo, es fundamental implementar protocolos de seguridad y medidas preventivas adaptadas a las características del lugar de trabajo.
Tanto el INSHT como la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ofrecen pautas claras para trabajar en condiciones de calor extremo. Entre sus recomendaciones destacan:
Los descansos regulares en zonas frescas son esenciales para reducir la exposición al calor. Las empresas deben garantizar acceso constante a agua potable y fomentar la hidratación frecuente, incluso antes de que los trabajadores sientan sed.
El uso de ropa ligera, transpirable y de colores claros ayuda a minimizar la absorción del calor. En sectores como la construcción, se recomienda el uso de sombreros con protección solar y gafas para evitar daños causados por la radiación UV.
Algunos sectores son más vulnerables debido a su exposición constante al calor o a la naturaleza de las tareas realizadas.
Los trabajadores que realizan actividades al aire libre son los más afectados. La combinación de radiación solar, esfuerzo físico y temperaturas elevadas convierte a sectores como la construcción, la agricultura y el mantenimiento de carreteras son algunos ejemplos de los más expuestos.
Aunque en interiores se dispone de mayor control sobre las condiciones ambientales, hay sectores donde las temperaturas son altas debido al uso de maquinaria o procesos productivos. Cocinas industriales, fábricas de vidrio o lavanderías industriales son ejemplos de entornos donde el calor extremo es un desafío constante.
Trabajar en condiciones de calor extremo no solo afecta al rendimiento laboral, sino que también tiene consecuencias graves para la salud.
El golpe de calor es una de las emergencias médicas más graves relacionadas con las altas temperaturas. Se produce cuando el cuerpo pierde su capacidad para regular la temperatura, lo que puede provocar daños en órganos internos e incluso la muerte si no se trata a tiempo. La deshidratación severa también es común y puede causar mareos, debilidad y confusión mental.
La fatiga térmica es una condición que se desarrolla con la exposición prolongada al calor. Sus síntomas incluyen agotamiento extremo, disminución de la concentración y un mayor riesgo de accidentes laborales.
La exposición continua al calor extremo puede provocar problemas renales, cardiovasculares e incluso enfermedades crónicas, especialmente en trabajadores que no reciben la protección adecuada.
Las empresas y los trabajadores pueden adoptar medidas específicas para minimizar los riesgos y garantizar la seguridad en entornos calurosos.
Realizar una evaluación de riesgos permite identificar las áreas de mayor exposición y a los trabajadores más vulnerables. Esto facilita la implementación de medidas específicas.
Los planes de emergencia deben incluir protocolos claros para actuar en caso de golpe de calor, deshidratación u otras complicaciones relacionadas con el calor. Además, es importante que los empleados sepan cómo reconocer los síntomas y actuar rápidamente.
La formación es clave para crear conciencia sobre los riesgos del calor y las medidas preventivas. Instruir a los trabajadores sobre la importancia de la hidratación, las pausas regulares y el uso adecuado del equipamiento puede marcar la diferencia.
Desde Formación Prevención opinamos que garantizar la seguridad frente a las altas temperaturas en el trabajo no solo es una obligación legal, sino también un compromiso ético hacia los empleados. Aunque no existe un límite único para la temperatura máxima permitida en el trabajo, el cumplimiento de las normativas y la adopción de medidas preventivas adecuadas son esenciales para proteger la salud y el bienestar de los trabajadores.
Contáctanos para saber más sobre estas acciones, especialmente en los sectores más expuestos, para reducir los riesgos y fomentar un entorno laboral seguro y saludable.
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